"Cuando quedas atrapado en la destrucción,debes abrir una puerta a la creación. ...Soy lo que soy."

"Me niego a vivir en un mundo ordinario...como una mujer ordinaria.
A establecer relaciones ordinarias.
Necesito el éxtasis.
Soy una neurótica, en el sentido de que vivo mi mundo.
No me adaptaré al mundo...me adapto a mi misma"...
(Anaís Nin)

lunes, 14 de julio de 2008

RENÉE VIVIEN

(1877 - 1909)
Poeta francesa


"DESNUDEZ"

Te arrojaba la sombra efluvios de agonía.
El silencio se hizo turbador y anhelante.
Escuché un susurrar de pétalos rosados.
Lirio entre lirios, blanco, se me mostró tu cuerpo.

Sentí de pronto indignos los toscos labios míos.
Mi alma cumplió un sueño conmovido: posar
en tu encanto, que sabe retener tanta luz,
el tembloroso hálito de algún místico beso.

Desdeñando los mundos que el deseo encadena,
gélida mantuviste tu sonrisa inmortal:
Sobrehumana y extraña resiste la Belleza
y exige la distancia radiante del altar.

En torno a ti, esparcidos, sollozaban los nardos
y tus senos se erguían, intactos y orgullosos.
Quemaba en mi mirada el doloroso éxtasis
que oprime en los umbrales de la divinidad.




"EL COHETE"

Vertiginosamente volaba a las estrellas.
Mi orgullo degustaba el triunfo de los dioses.
Desgarraba mi vuelo, jubiloso y nupcial,
Las tinieblas de estío como velos muy tenues...

Con fugitivo beso de himeneo, fui amante
De la Noche de pelo cuajado de violetas.
Las flores del tabaco me entreabrían sus cápsulas
De marfil donde, tibio, dormía algún recuerdo.

Vislumbraba más alta la Pléyade divina.
Ascendía...Alcanzaba el Eterno Silencio.
Entonces me quebré como un loco arco iris,
Arrojando fulgores de oro, de ónice y jade.

Fui el relámpago extinto y el sueño destruido.
Sabiendo del ardor, del esfuerzo en la lucha,
Del vencer, del espanto monstruoso de caer,
Fui la estrella caída que se apaga en la noche.




"GRITO"

Tus pupilas azules, tus entornados párpados,
encubren un fulgor de confusas traiciones.

La emanación violenta, maligna de esas rosas
me embriaga como vino donde duermen venenos.

A la hora en que danzan, dementes, las luciérnagas,
y asoma a nuestros ojos el brillo del deseo.

En vano me repites las palabras de halago,
y te odio y te amo abominablemente.




"LA OFRENDA"


Para probar que aun más que a mí misma la amo,
A la mujer que quiero le ofreceré mis ojos.

Le diré en tono tierno, jubiloso y humilde:
-He aquí, amada mía, la ofrenda de mis ojos.

Te entregaré mis ojos que tantas cosas vieron.
Tantísimos crepúsculos, tanto mar, tantas rosas.

Estos ojos -los míos- se posaron antaño
En el altar terrible de la remota Eleusis,

En la belleza sacra y pagana de Sevilla,
En la Arabia indolente y en sus mil caravanas.

Vi Granada, cautiva vana de sus grandezas
Muertas entre cantares y perfumes muy densos.

La pálida Venecia, Dogaresa muriente,
Y Florencia que fuera la maestra de Dante.

La Hélade y sus ecos de un llanto de siringa
Y Egipto acurrucado frente a la gran Esfinge.

Junto a las olas sordas que sosiega la noche
Vi tupidos vergeles, orgullo en Mitilene.

He visto islas de oro en templos perfumados,
Y ese Yeddo y sus frágiles voces de japonesas.

Al azar de los climas, las corrientes, las zonas
Incluso vi la China y sus rostros amarillos.

He visto islas de oro donde el aire se endulza
Y sagrados estanques en los templos hindúes,

Templos donde perduran inútiles saberes...
¡Te regalo, mi Amada, todo lo que he mirado!

Y regreso trayéndote cielos grises y alegres,
A ti que te amo tanto, la ofrenda de mis ojos.




"LOS ÁRBOLES"

En el azur de abril, en el gris del otoño,
Los árboles poseen una gracia inquietante.
El álamo en el viento se retuerce y se pliega
Cual cuerpos de mujer trémulos de deseo.

Su gracia es un desmayo de carne abandonada
Y murmura su fronda, al soñar se estremece,
Se inclina, enamorada de las rosas del Este.
Lleva el olmo en su frente una corona pálida.

Revestido de claro de luna plateado,
El abedul deshila su cambiante marfil
Y plasma palideces en las sombras inciertas.

El tilo huele a ásperas y oscuras cabelleras.
Y desde las acacias de lejana verdura
Divinamente cae la nieve del perfume.




"LOS SERES DE LA NOCHE"

Los Seres de la noche y los Seres del día
Se reparten, por turnos, desde antaño mi alma.
Los Seres de la noche me hacen temer el día.

Pues los Seres del día son triunfantes y libres,
Ningún horror secreto hace vibrar sus fibras.
Tienen el mirar limpio de los que nacen libres.

Los Seres de la noche, lentos, pasivos, dulces,
Tienen alma de río sosegado y oscuro.
Sus gestos son furtivos y sus risas son dulces.

Mas los Seres del día tienen pupilas claras,
De ese azul que ve sólo un águila en su cielo.
El día da esplendor a pupilas tan claras.

Son los vívidos ojos de héroes y de reyes
Del Norte, que se ríen en sus palacios gélidos,
De reinas cuyas almas dominaron a reyes.

Los Seres de la noche son cautos: en la sombra,
Fósforo misterioso se enciende en su mirada.
Los Seres de la noche sólo habitan la sombra.

Los Seres de la noche, débiles, deliciosos,
Hacen errar, pues son amantes fugitivos,
Amantes con entrañas pérfidas, deliciosas.

Desvían, en el beso, su muy frígida boca
Y flaquea su paso como en un gesto huraño.
Sólo se bebe un beso mentido de su boca.

Temerás la atracción de los Seres nocturnos.
Pues su cuerpo flexible resbala entre los brazos
Y huye: su amor es sólo mentira de la noche.

sábado, 27 de octubre de 2007

PROVERBIOS DEL INFIERNO ---> Willian Blake

En tiempo de siembra, aprende;
en tiempo de cosecha, enseña;
en invierno, goza.

Conduce tu carro y tu arado
obre los huesos de los muertos.

El camino del exceso lleva al palacio del saber.

La Prudencia es una vieja solterona,
rica y fea, que la Incapacidad corteja.

Aquel que desea pero no actúa,engendra peste.
El gusano perdona al arado que lo corta.
Sumerge en el río a aquel que ama el agua.

El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.

Aquel cuyo rostro no irradie luz, jamás será una estrella.
La Eternidad está enamorada de los frutos del tiempo.
La abeja laboriosa no tiene tiempo para el pesar.
Las horas de la locura las mide el reloj,
pero ningún reloj puede medir las horas de la sabiduría.


Todo alimento sano se logra sin red ni cepo.
Usa número, peso y medida en año de escasez.

Ninguna ave se remonta demasiado,
si lo hace con sus propias alas.
Un cuerpo muerto no venga injurias.

Tu acto más sublime es poner a otro delante de tí.
Si el necio persistiera en su necedad, se tornaría sabio.

Locura, capa de la villanía.
Vergüenza, capa del orgullo.

.
Las prisiones son edificadas con piedras de la Ley,
los burdeles con ladrillos de la Religión.
El orgullo del pavo real es la gloria de Dios.
La lujurias del chivo es la generosidad de Dios.
La ira del león es la sabiduría de Dios.

La desnudez de la mujer es obra de Dios.
El exceso de pena ríe. El exceso de gozo llora.


El rugido de los leones, el aullido de los lobos,
la ira del tempestuoso mar y la espada destructiva
son porciones de eternidad demasiado grandes para el ojo humano.
El zorro condena la trampa, pero no a sí mismo.
El gozo fecunda. El dolor engendra.

Dejad que el hombre vista la piel del león
y la mujer el vellón de la oveja.
El ave un nido, la araña una tela, el hombre la amistad.
El egoísta necio que sonríe y el necio sombrío
y ceñudo serán tenidos por sabios y se tornarán la norma.

Lo que hoy está demostrado, una vez fue imaginado.
La rata, el ratón, el zorro, el conejo,
cuidan de las raíces; el león, el tigre,
el caballo, el elefante, de los frutos.

La cisterna contiene, la fuente rebosa.
Un pensamiento llena la inmensidad.
Si estás siempre pronto a expresar tu opinión, el vil te evitará.
Todo lo que es creíble, es una imagen de la verdad.

Nunca perdió el águila tanto tiempo como
cuando se sometió a la enseñanza del cuervo.
El zorro se provee a si mismo; pero Dios provee al león.

Medita en la mañana. Obra al mediodía.
Come al atardecer. Duerme en la noche.
Quien ha soportado que abuses de él, te conoce.
Así como el arado sigue las palabras,
Dios recompensa las plegarias.

Los tigres de la cólera son más sabios
que los caballos del saber.
Espera veneno del agua estancada.
Nunca sabrás lo que es suficiente a menos
que sepas lo que es más que suficiente.


¡Escucha el reproche de los necios!
¡Es un título real!

Los ojos de fuego, la nariz de aire,
la boca de agua, la barba de tierra.
El débil en denuedo es fuerte en astucia.
Nunca pregunta el manzano al haya cómo crecer,
ni el león al caballo cómo lograr su presa.

Quien recibe agradecido, fructifica abundante cosecha.
Si otros no hubieran sido necios, nosotros lo seríamos.
El alma rebosante de dulce deleite jamás será profanada.
Cuando ves un águila, ves una porción de Genio: ¡Yérguete!

Así como la oruga elije las hojas más bellas para posar sus huevos,
así el sacerdote deja caer su maldición en los gozos más dulces.
Crear una pequeña flor es trabajo de siglos.
La maldición vigoriza; la bendición relaja.
El mejor vino es el más añejo, la mejor agua es la más nueva.

Las plegarias no aran; las alabanzas no cosechan.
Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.
La cabeza, lo Sublime; el corazón, el Pathos;
los órganos genitales, lo Bello; las manos y los pies,la Proporción.

Como el aire al pájaro o el agua al pez,
así es el desprecio para el despreciable.
La corneja quisiera que todo fuera negro;
el búho, que todo fuese blanco.

Exuberancia es Belleza.
Si el león fuera aconsejado por el zorro, sería astuto.
El Progreso construte caminos rectos,
pero los tortuosos caminos sin progreso son los caminos del genio.
Antes asesina a un niño en su cuna que nutras deseos que no realices.

Donde no está el hombre, la naturaleza es estéril.
La verdad nunca puede ser dicha de modo
que sea comprendida sin ser creída.


¡Suficiente! o Demasiado.



LA ROSA ENFERMA


¡Oh, Rosa, estás enferma!
El gusano invisible
Que vuela por la noche,
En la tempestad que aúlla,

Ha descubierto tu cama
De gozo carmesí,
Y su amor oscuro, secreto,
Te consume la vida


EL TIGRE

¡Tigre! ¡Tigre! luz llameante
En los bosques de la noche,
¿Qué ojo o mano inmortal
Pudo idear tu terrible simetría?


¿En qué distantes abismos, en qué cielos,
Ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse? ¿Y que mano
Osó tomar ese fuego?


¿Y que hombro y qué arte,
Torció fibras de tu pecho?
Y al comenzar a latir tu corazón
¿Qué mano terrible o pie?

¿Qué martillo, qué cadena?
¿Qué horno forjó tu seso?
¿Qué yunque? ¿Qué osado puño
Ciñó su terror mortal?

Cuando los astros lanzaron sus venablos,
Y cubrieron sús lágrimas los cielos,
¿Sonrió al contemplar su obra?
¿Aquel que te creó, creó al Cordero?

¡Tigre! ¡Tigre! luz llameante
En los bosques de la noche,
¿Qué ojo o mano inmortal
Osó idear tu terrible simetría


LA NUEVA JERUSALÉN


¿Y caminaron de antiguo esos pies
Por las verdes montañas de Inglaterra?
¿Y fue el sagrado Cordero de Dios
Visto en las plácidas praderas de Inglaterra?

¿Y brilló el semblante divino
Sobre nuestras nubladas colinas?
¿Y se construyó Jerusalén aquí
Entre estos oscuros Molinos Satánicos?

¡Traedme mi arco de oro ardiente!
¡Traedme mis flechas de deseo!
¡Traedme mi lanza!¡Oh nubes,abríos!
¡Traedme mi carroza de fuego!

No cesaré en mi lucha mental,
Ni dormirá mi espada en mi mano
Mientras una nueva Jerusalén no hayamos construido
En la verde y placentera Inglaterra.



UNA PEQUEÑA NIÑA PERDIDA


Niños de una edad futura,
Al leer esta página indignada,
Sabed que en un tiempo pasado,
¡Al Amor, al dulce Amor,
se le creyó un crimen!


En la Edad del Oro
Libres del frío del invierno,
Joven y doncella, brillantes
a la luz sagrada,
Se deleitan desnudos bajo los rayos del sol.

Una vez, una joven pareja,
Llena de tierno cuidado,
Se encontró en jardín claro
Del que la sagrada luz
Recién había quitado las cortinas de la noche.

Allí, en el día naciente,
Sobre el pasto jugaron;
Los padres estaban lejos,
Los extraños no se acercaban,
Y la doncella pronto olvidó su temor.

Cansados con los dulces besos,
Acordaron reunirse
Cuando el silencioso sueño
Se mece en las profundidades del cielo,
Y los cansados viajeros lloran.

A su padre de blancas sienes
Volvió la clara doncella;
Pero él con su mirada amante,
Como el libro santo,
Estremeció sus delicados miembros con terror.

'¡Ona! ¡pálida y débil!
Habla a tu padre:
¡Oh! el miedo tembloroso
¡Oh! ¡la triste inquietud
Que agita las flores de mi cabello cano!




EL PAÍS DE LOS SUEÑOS


¡Despierta, despierta, mi pequeño!
Tú eras la única alegría de tu madre;
¿Por qué lloras en tu sueño tranquilo?
¡Despierta! Tu padre te protege.

'Oh, ¿que tierra es la Tierra de los Sueños?
¿Cuáles son sus montañas, y cuáles sus ríos?
¡Oh padre! Allí vi a mi madre,
Entre los lirios junto a las bellas aguas.

Entre los corderos, vestida de blanco,
Caminaba con su Thomas en dulce deleite.
Lloré de alegría, como una paloma me lamento;
¡Oh! ¿Cuándo volveré allí?

Querido hijo, también yo junto a ríos placenteros
He caminado la noche entera en la Tierra de los Sueños;
Pero por serenas y cálidas que fuesen las anchas aguas,
No pude llegar hasta la otra orilla.

¡Padre, oh padre! ¿Qué hacemos aquí
En esta tierra de incredulidad y temor?
La Tierra de los Sueños es mucho mejor, allá lejos,
Por sobre la luz del lucero del alba'.

jueves, 11 de octubre de 2007

STÉPHAN MALLARMÉ

ANGUSTIA

Yo no vengo esta noche para vencer tu cuerpo,
en el que están los pecados de un pueblo ni para,
en tu impuro cabello, alzar tormenta
bajo el fastidio incurable .que destilan mis besos.

Pido a tu lecho el pesado sueño sin fantasmas
deslizándose a través de las cortinas ignoradas del remordimiento,
que tú puedes saborear después de tus negras mentiras.
Tú que sobre la nada sabes más que los muertos.

Pues el vicio, royendo mi nativa nobleza,
me ha marcado, como a ti, con el sello de la esterilidad;
mas en tanto que tu seno de piedra lo habita

un corazón que la garra de ningún crimen hiere,
yo huyo, pálido, deshecho, obsesionado por mi sudario,
temiendo morir cuando duermo solo.




APARICIÓN

La luna se entristecía. Serafines llorando
sueñan, el arquillo en los dedos, en la calma de las flores
vaporosas, sacaban de las lánguidas violas
blancos sollozos resbalando por el azul de las corolas,

Era el día bendito de tu primer beso.
Mi ensueño que se complace en martirizarme
se embriagaba sabiamente con el perfume de tristeza
Que incluso sin pena y sin disgusto deja
el recoger de su sueño al corazón que lo ha acogido.

Vagaba, pues, con la mirada fija en el viejo enlosado,
cuando con el sol en los cabellos, en la calle
y en la tarde, tú te me apareciste sonriente,
y yo creí ver el hada del brillante sombrero,
que otrora aparecía en mis sueños de niño
mimado, dejando siempre, de sus manos mal cerradas,
cien blancos ramilletes de estrellas perfumadas.



BRISA MARINA

Leí todos los libros y es, ¡ay! , la carne triste.
¡huir, huir muy lejos! Ebrias aves se alejan
entre el cielo y la espuma. Nada de lo que existe,
ni los viejos jardines que los ojos reflejan,
ni la madre que, amante, da leche a su criatura,
ni la luz que en la noche mi lámpara difunde
sobre el papel en blanco que defiende su albura
retendrá al corazón que ya en el mar se hunde.
¡Yo partiré! ¡Oh, nave, tu velamen despliega
y leva al fin las anclas hacia incógnitos cielos!
Un tedio, desolado por la esperanza ciega,
confía en el supremo adiós de los pañuelos.
Y tal vez, son tus mástiles de los que el viento lanza
sobre perdidos náufragos que no encuentran maderos,
sin mástiles, sin mástiles, ni islote en lontananza...
Corazón, oye cómo cantan los marineros!



LA TUMBA DE EDGAR POE

Tal como al fin el tiempo lo transforma en sí mismo,
el poeta despierta con su desnuda espada
a su edad que no supo descubrir, espantada,
que la muerte inundaba su extraña voz de abismo.

Vió la hidra del vulgo, con un vil paroxismo,
que en él la antigua lengua nació purificada,
creyendo que él bebía esa magia encantada
en la onda vergonzosa de un oscuro exorcismo.

Si, hostiles alas nubes y al suelo que lo roe,
bajo-relieve suyo no esculpe nuestra mente
para adornar la tumba deslumbrante de Poe,

que, como bloque intacto de un cataclismo oscuro,
este granito al menos detenga eternamente
los negros vuelos que alce el Blasfemo futuro.



LAS CUATRO ESTACIONES

1. Resurgir

Primavera enfermiza tristemente ha expulsado
Al invierno, estación de arte sereno, lúcido,
Y, en mi ser presidido por la sangre sombría,
La impotencia se estira en un largo bostezo.

Unos blancos crepúsculos se entibian en mi cráneo
Que un cerco férreo ciñe como a una vieja tumba
Y triste, tras un sueño bello y etéreo, vago
Por campos do la inmensa savia se pavonea.

Luego caigo enervado de perfumes arbóreos,
Cavando con mi rostro una fosa a mi sueño,
Mordiendo el suelo cálido donde crecen las lilas,

Espero que, al hundirme, mi desgana se alce...
-Mientras, el Azur ríe sobre el seto y despierta
Tanto pájaro en flor que al sol gorgea-.


2. Tristeza de verano

El sol, sobre la arena, luchadora durmiente,
Calienta un baño lánguido en tu pelo de oro
Y, consumiendo incienso sobre tu hostil mejilla,
Con las lágrimas mezcla un brebaje amoroso.

De ese blanco flameo esa inmutable calma
Te ha hecho, triste, decir -oh, mis besos miedosos-:
"¡Nunca seremos una sola momia
Bajo el desierto antiguo y felices palmeras!"

¡Pero tu cabellera es un río tibio,
Donde ahogar sin temblores el alma obsesionante
Y encontrar esa Nada desconocida, tuya!

Yo probaré el afeite llorado por tus párpados,
Por ver si sabe dar al corazón que heriste
La insensibilidad del azur y las piedras.


3. Suspiro

Mi alma hacia tu frente donde sueña
Un otoño alfombrado de pecas, calma hermana,
Y hacia el errante cielo de tus ojos angélicos
Asciende, como en un melancólico parque,
Fiel, un surtidor blanco suspira hacia el azul.
-Hacia el Azur eternecido de octubre puro y pálido
Que mira en los estanques su languidez sin fin
Y deja, sobre el agua muerta do la salvaje
Agonía de las hojas yerra al viento y excava un frío surco,
Arrastrarse al sol gualda de un larguisimo rayo.



4. Invierno

¡El virgen, el vivaz y bello día de hoy
Da un aletazo ebrio va a desgarrarnos este
Lago duro olvidado que persigue debajo de la escarcha
El glaciar transparente de los vuelos no huidos!

Un cisne de otro tiempo se acuerda de que él es
Quien, aun sin esperanza, magnífico se libra
Por no haber cantado la región do vivir
Cuando ha esplendido el tedio del estéril inviemo.

Sacudirá su cuello entero esta blanca agonía
Por el espacio impuesto al ave que lo niega,
Mas no el horror del suelo que aprisiona al plumaje.

Fantasma que su puro destello a este lugar asigna,
Se aquieta en el ensueño helado del desprecio
Que entre su exilio inútil viste el Cisne.




SONETO


El de sus puras uñas onix, alto en ofrenda,
La Angustia, es medianoche, levanta, lampadóforo,
Mucho vesperal sueño quemado por el Fénix
Que ninguna recoge ánfora cineraria:

Salón sin nadie en las credencias conca alguna,
Espiral espirada de inanidad sonora,
(El Maestro se ha ido, llanto en la Estigia capta
Con eso solo objeto nobleza de la Nada.)

Mas cerca la ventana vacante al norte, un oro
Agoniza según tal vez rijosa fábula
De ninfa alanceada por llamas de unicornios

Y ella apenas difunta desnuda en el espejo
Que ya en las nulidades que claüsura el marco
Del centellar se fija súbito el septimino.

CONDE DE LAUTRÊMONT

EXTRACTO : CANTOS DE MALDOROR
CANTO I


...."Aquí hay quienes escriben para conseguir los aplausos de los hombres,
por medio de nobles cualidades del corazón que la imaginación inventa
o que ellos puedan tener.
¡Yo hago servir mi genio para pintar las delicias de la crueldad!
Delicias no pasajeras ni artificiales,
sino que, al comenzar con el hombre, terminarán con él.
¿No puede el genio aliarse con la crueldad en las resoluciones secretas de la Providencia?
¿O porque se sea cruel se tiene que carecer de genio?
La prueba se verá en mis palabras;
vosotros sólo tenéis que escucharme, si queréis...
Perdón, me pareció que los cabellos se me habían erizado,
pero no es nada, pues con mi mano he conseguido colocarlos fácilmente en su primera posición.
El que canta no pretende que sus cavatinas sean algo desconocido,
al contrario, se satisface de que los pensamientos altivos y perversos de su héroe estén en todos los hombres"...






POESIES



...EL genio garantiza las facultades del corazón.
El hombre no es menos inmortal que el alma.
¡ Los grandes pensamientos vienen de la razón!
La fraternidad no es un mito.
Los niños al nacer no conocen nada de la vida,
ni siquiera la grandeza.
En la desgracia, aumentan los amigos.
Vosotros que entráis, abandonad toda desesperación.
Bondad, tu nombre es hombre.
Aquí reside la sabiduría de las nacioneS


***********************************************


...Somos susceptibles de amistad,
de jústicia, de com¬pasión, de razón. ¡Oh amigos míos!,
¿qué es entonces la ausencia de virtud?
Hasta que mis amigos no mueran,
no hablaré de la muerte.
Estamos consternados por nuestras caídas,
por ver que nuestras desdichas han podido corregimos de nuestros defectos.
No se puede juzgar la belleza de la muerte por la belleza de la vida.
Los tres puntos terminales hacen que me encoja de hombros por piedad.
¿Es preciso esto para probar que se es un hombre espiritual,
es decir, un imbécil?
¡Como si la claridad no valiese igual que la vaguedad,
a propósito de puntos!

domingo, 6 de mayo de 2007

SIMONE DE BEAUVOIR

Simone de Beauvoir
1908-1986. Novelista e intelectual francesa.


..."Las personas felices no tienen historia".

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.."No hay muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. La muerte es un accidente, y aun si los hombres la conocen y la aceptan, es una violencia indebida".

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..."Lo más escandaloso que tiene el escándalo es que uno se acostumbra".

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..."Las arrugas de la piel son ese algo indescriptible que procede del alma".

..."La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad".


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..."Encanto es lo que tienen algunos hasta que empiezan a creérselo".

...¿Qué es un adulto? Un niño inflado por la edad...

..."No se nace sino que se deviene mujer".
Más frases sobre: Mujeres
Es absolutamente imposible encarar problema humano alguno con una mente carente de prejuicios.
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..."El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres".

VOLTAIRE

Cándido (fragmento)

" ¿Sabe usted, por ejemplo, que en el momento en que yo os hablo hay cien mil locos de nuestra especie que llevan sombrero y que matan a otros cien mil animales que llevan turbante, o son asesinados por ellos, y que así ocurre en toda la tierra desde tiempo inmemorial? Estremecióse el Sirio y preguntó cuál podía ser el motivo de tan horribles querellas entre animales tan ruines. “El motivo es, dijo el filósofo, unos cuantos trozos de tierra tan grandes como vuestro talón. Y no se trata de que algunos de esos millones de hombres que se dejan la vida pretenda obtener para sí ni un pequeño terrón de ella. Lo que se ventila no es más que saber si esa tierra pertenecerá a un cierto hombre que se llama Sultán o a otro que, yo no sé por qué, se hace llamar César . Ni el uno ni el otro han visto ni verán jamás el pequeño rincón de tierra que está en litigio, y casi ninguno de esos animales que se matan mutuamente ha visto nunca al animal por el cual se matan”.
- ¡Desgraciados! exclamó el Sirio con indignación, ¿puede concebirse tal exceso de rabia tan furiosa? Ganas me dan de dar tres pasos, y de aplastar con otros tantos puntapiés a toda esta ralea de asesinos ridículos. No vale la pena que os toméis tal molestia, que de sobra se están labrando ya ellos su propia ruina. Sabed que dentro de diez años no seguirá viviendo ni la centésima parte de estos miserables; sabed que incluso antes de sacar la espada, el hambre, la fatiga o la intemperancia habrán acabado con casi todos. Por otra parte, no es a ellos a los que hay que castigar: es a esos bárbaros sedentarios que apoltronados en sus despachos ordenan, mientras hacen la digestión, el exterminio de un millón de hombres y a continuación dan solemnemente gracias a Dios por ello. "

VICENTE HUIDOBRO

30

Señora hay demasiados pájaros
En vuestro piano
Que atrae el otoño sobre una selva
Espesa de nervios palpitantes y libélulas

Los árboles en arpegios insospechados
A veces pierden la orientación del globo

Señora lo soporto todo. Sin cloroformo
Desciendo al fondo del alba
El ruiseñor rey de setiembre me informa
Que la noche se deja caer entre la lluvia
Burlando la vigilancia de vuestras miradas
Y que una voz canta lejos de la vida
Para sostener el espacio desclavado
El espacio tan lleno de estrellas que se va a caer

Señora a las diez huele a tabaco de artista
Amáis el nadir a cuerpo de pájaro
Sois un fenómeno ligero
Me voy solitario hacia el ocaso de los turistas
Es mucho más bello


El espejo de agua

" Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza :
el vigor verdadero reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
hacedla florecer en el poema;
sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el Sol.

El poeta es un pequeño Dios. "



ELLA

Ella daba dos pasos hacia delante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo

Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza

Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla

Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma

Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas


NOCHE

Sobre la nieve se oye resbalar la noche

La canción caía de los árboles
Y tras la niebla daban voces

De una mirada encendí mi cigarro

Cada vez que abro los labios
Inundo de nubes el vacío
En el puerto
Los mástiles están llenos de nidos

Y el viento
gime entre las alas de los pájaros

LAS OLAS MECEN EL NAVÍ0 MUERTO

Yo en la orilla silbando
Miro la estrella que humea entre mis dedos




PARA LLORAR

Es para llorar que buscamos nuestros ojos
Para sostener nuestras lágrimas allá arriba
En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas
Es para llorar que apuntamos los fusiles sobre el día
Y sobre nuestra memoria de carne
Es para llorar que apreciamos nuestros huesos y a la muerte sentada
[junto a la novia
Escondemos nuestra voz de todas las noches
Porque acarreamos la desgracia
Escondemos nuestras miradas bajo las alas de las piedras
Respiramos más suavemente que el cielo en el molino
Tenemos miedo

Nuestro cuerpo cruje en el silencio
Como el esqueleto en el aniversario de su muerte
Es para llorar que buscamos palabras en el corazón
En el fondo del viento que hincha nuestro pecho
En el milagro del viento lleno de nuestras palabras

La muerte está atornillada a la vida
Los astros se alejan en el infinito y los barcos en el mar
Las voces se alejan en el aire vuelto hacia la nada
Los rostros se alejan entre los pinos de la memoria
Y cuando el vacío está vacío bajo el aspecto irreparable
El viento abre los ojos de los ciegos
Es para llorar para llorar

Nadie comprende nuestros signos y gestos de largas raíces
Nadie comprende la paloma encerrada en nuestras palabras
Paloma de nube y de noche
De nube en nube y de noche en noche
Esperamos en la puerta el regreso de un suspiro
Miramos ese hueco en el aire en que se mueven los que aún no han nacido

Ese hueco en que quedaron las miradas de los ciegos estatuarios
Es para poder llorar es para poder llorar
Porque las lagrimas deben llover sobre las mejillas de la tarde

Es para llorar que la vida es tan corta
Es para llorar que la vida es tan larga

El alma salta de nuestro cuerpo
Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes
La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles
La noche llega a paso de montaña
Sobre el piano donde el árbol brota
Con sus mercancías y sus signos amargos
Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo
La ciudad cae en el saco de la noche
Desvestida de gloria y de prodigios
El mar abre y cierra su puerta
Es para llorar para llorar
Porque nuestras lágrimas no deben separarse del buen camino

Es para llorar que buscamos la cuna de la luz
Y la cabellera ardiente de la dicha
Es la noche de la nadadora que sabe transformarse en fantasma
Es para llorar que abandonamos los campos de las simientes
En donde el árbol viejo canta bajo la tempestad como la estatua del mañana

Es para llorar que abrimos la mente a los climas de impaciencia
Y que no apagamos el fuego del cerebro

Es para llorar que la muerte es tan rápida
Es para llorar que la muerte es tan lenta



POEMA FUNERARIO

El pájaro de lujo ha mudado de estrella
Aparejad bajo la tempestad de las lágrimas
Vuestro ataúd a vela
Donde se aleja el instrumento del encanto

En las vegetaciones de los recuerdos
Las horas en torno de nosotros hacen sus viajes

Va rápido
Va rápido impulsado por los suspiros
El mar está cargado de naufragios
Y yo he alfombrado el mar para su paso

Así es el viaje primordial y sin pasaje
El viaje instructivo y secreto
En los corredores del viento

Las nubes se apartan para que él pueda pasar
Y las estrellas se encienden para mostrar el camino

Qué buscas en los bolsillos de tu chaqueta
Has perdido la llave

En medio de ese zumbido celeste
Vuelves a encontrar en todas partes tus horas envejecidas

El viento es negro y hay estalactitas en mi voz
Dime Guillermo
Has perdido la llave del infinito

Una estrella impaciente iba a decir que hace frío

La lluvia aguzada comienza a coser la noche



SOMBRA

La sombra es un pedazo que se aleja
Camino de otras playas

En mi memoria un ruiseñor se queja
Ruiseñor de las batallas
Que canta sobre todas las balas

HASTA CUANDO SANGRARÁN LA VIDA

La misma luna herida
No tiene sino una ala

El corazón hizo su nido
En medio del vacío

Sin embargo
Al borde del mundo florecen las encinas
Y LA PRIMAVERA VIENE SOBRE LAS GOLONDRINAS





Contacto externo

Mis ojos de plaza pública
Mis ojos de silencio y de desierto
El dulce tumulto interno
La soledad que se despierta
Cuando el perfume se separa de las flores y emprende el viaje
Y el río del alma largo largo
Que no dice más ni tiempo ni espacio

Un día vendrá ha venido ya
La selva forma una sustancia prodigiosa
La luna tose
El mar desciende de su coche
Un jour viendra est déjà venu
Y Yo no digo más ni primavera ni invierno

Hay que saltar del corazón al mundo
Hay que construir un poco de infinito para el hombre.




18

Heme aquí al borde del espacio y lejos de las circunstancias
Me voy tiernamente como una luz
Hacia el camino de las apariencias
Volveré a sentarme en las rodillas de mi padre
Una hermosa primavera refrescada por el abanico de las alas
Cuando los peces deshacen la cortina del mar
Y el vacío se hincha por una mirada posible

Volveré sobre las aguas del cielo

Me gusta viajar como el barco del ojo
Que va y viene en cada parpadeo
He tocado ya seis veces el umbral
Del infinito que encierra el viento

Nada en la vida
Salvo un grito de antesala
Nerviosas oceánicas qué desgracia nos persigue
En la urna de las flores impacientes
Se encuentran las emociones en ritmo definido

JORGE LUIS BORGES

Dime

Dime por favor donde estás,
en que rincón puedo no verte,
dónde puedo dormir sin recordarte
y dónde recordar sin que me duela.

Dime por favor dónde pueda caminar
sin ver tus huellas,
dónde puedo correr sin recordarte
y dónde descansar con mi tristeza.

Dime por favor cuál es el cielo
que no tiene el calor de tu mirada
y cuál es el sol que tiene luz tan sólo
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor cuál es el rincón
en el que no dejaste tu presencia.
Dime por favor cual es el hueco de mi almohada
que no tiene escondidos tus recuerdos.

Dime por favor cuál es la noche
en que no vendrás para velar mis sueños...
Que no puedo vivir porque te extraño
y no puedo morir porque te quiero.



El amenazado

" Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado,
pero como siempre es la única.
¿ De qué me servirán mis talismanes:
el ejercicio de las letras,
la vaga erudición
el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte
para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad,
las galería de las bibliotecas
las cosas comunes,
los hábitos
el joven amor de mi madre,
la sombra militar de mis muertos,
la noche intemporal,
el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo,
es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente,
ya el hombre se levanta a la voz del ave,
ya se han oscurecido los que miran por la ventana,
pero la sombra no ha traído la paz.
Es ya lo se, el amor:
la ansiedad y el alivio de oír tu voz,
la espera y la memoria
el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías,
con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo. "


El cómplice

" Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
Soy el poeta. "



El instante

" ¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?

El presente está solo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.

Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados

espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno. "



Arte Poética

" Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable. "

martes, 17 de abril de 2007

PAUL GÉRALDY

CASUALIDAD

Y pensar que pudimos no habernos conocido!
¿No meditas cuán buena nuestra fortuna ha sido
para que al fin estemos uno del otro al lado,
para que seas mía, para ser yo tu amado?

"El uno para el otro nacimos... Así dices.
Pero ¡qué coincidencias para ser tan felices!
Antes de que en la vida, con un amor profundo,
la suerte unido hubiera tu corazón al mío
-siendo el tiempo tan largo, siendo tan grande el mundo-;
vivimos separados, solos, con hondo hastío...
¡Y pudimos entonces, por capricho del hado,
en el haz de la tierra no habernos encontrado!

¿No has pensado, en el arduo sendero recorrido,
en los peligros graves y azares que ha corrido
nuestra dicha -esa dicha, manantial de ilusiones,
que el mundo entero ahora nos hace ver hermoso-
cuando el uno hacia el otro, con poder misterioso,
gravitaban callados nuestros dos corazones?

¿No sabes que ese viaje no tenía certeza,
el viaje hacia una noche por mí no presentida,
de que un capricho apenas o un dolor de cabeza
han podido apartarnos para siempre en la vida?

Nunca te había dicho, ¡cosa muy rara!, que
cuando por vez primera te vi, no me fijé
en que eras tú bonita; lo digo francamente:
te miré aquella noche con aire indiferente.

Con su risa, tu amiga mi tedio distraía;
fue más tarde cuando ambos cruzamos la mirada,
y si algo sentí entonces que hacia ti me atraía,
tú no lo comprendiste... Mas no me atreví a nada.

Si esa noche tu madre te hubiera conducido
más temprano a su casa, ¿qué habría sucedido?
¿Y si el rubor no hubiera de pronto, cuando el manto
te coloqué en los hombros, a tu rostro subido? .
Porque ésa fue la causa de todo lo ocurrido.

Aquella noche, aquélla de inolvidable encanto,
un retardo cualquiera, cualquier inconveniente
que en ese viaje hubiera surgido de repente,
esta embriaguez de ahora ninguno sentiría,
ni este placer sin nombre que absorbe nuestra mente.
En mi alma, que es otra, tu amor no existiría,
y tu vida, en mi vida nada... nada sería!

Corazoncito mío, que me apartas lo triste
de la vida, y alegras con luz mi porvenir...
Pienso en aquellos días cuando enferma estuviste
y creíamos todos que te ibas a morir.



CONFESIÓN

Sé que soy irritable, celoso, imperativo,
infeliz, exigente, que razones no escucho;
que siempre estoy buscándote querellas sin motivo;
¡y crees que no te quiero..y es que te quiero mucho!

Te busco, te regaño, y hago tu vida triste...
Serías más dichosa, por todos consentida,
si para mí no fueras cuanto en el mundo existe,
y si este amor no fuera todo el bien de mi vida.

¡Si tú me amaras, y si yo te amara,
cuánto te amaría!




DISTANCIA

Turbome como a un niño
tu cita telefónica.
Una hora antes dije
que nadie me entraría
al cuarto, donde todas
las luces extinguía
para esperarte a oscuras.
Zumbábanme las sienes.
Dudaba si en la sombra
cargada de promesas
fragantes de tu voz
quizás no sentiría
el soplo de tu aliento...
De pronto el llamamiento.
Yo creo que mi pulso
se detuvo un momento.
Hablaste. Yo te oía.
Las voces que dijiste
venían de otro mundo.
De un sólo único impulso
tu pobre voz debía
saltar colinas, llanos
ciudades, campos, selvas,
correr por las riberas
de ríos y a lo largo
de rutas y de sendas.
Por eso me llegaba
tu voz disminuida,
tan tenue y tan cambiada
que quien me conversaba
aquí en el aposento
ya no era tu persona,
más bien era una sombra,
fantasma de tu voz.
Díjeme antes, amada,
que yo te sentiría
en mí como inclinada
sobre mi boca ardiente
y que si no presente
al menos te hallaría
mil veces acercada.
Así no fue; al contrario,
se me hizo ese instante
más largo. La distancia
crecía inmensamente.
Y luego, de repente,
surgiste al fin de ese hilo
engañador, más lejos,
horriblemente lejos,
y me encontré delante
del aparato, triste,
más lúgubre e intranquilo,
más solitario que antes.



DUALISMO

Explícame por qué dices "mis rosas",
y "mi piano", y por qué frecuentemente
"tus libros" y "tu perro", indiferente;
y di, por qué con aire placentero
me dices: "Unas cosas
voy ahora a comprar con mi dinero".

Lo mío es siempre tuyo, eso es sabido.
¿Por qué dices palabras que entre los dos han sido
y serán siempre odiosas?
"Mío y tuyo"... ¡Qué extrañas tonterías!
Si me amaras, "los libros" tú dirías,
y "el perro", y "nuestras rosas".



ESTEREOSCOPIO

No quiero verlos, oye. Llévate esos clisés
que copian, según dices, nuestra vida y su historia.
Mis recuerdos más bellos están en mi memoria.
como evocarlos quieres, tanto tiempo después,
habrás de evaporarlos... llévate esos clisés,
donde todo se achica, se esfuma, y el pasado
si surge, es despojado
de su color y música, de su encanto y su aroma,
mientras que impertinente detalle vida toma
con visible importancia de relieve cruel.

Mi memoria es más fiel
aunque a veces olvida. Tal vez ha confundido
las líneas, o un contorno no está bien definido;
pero siempre el recuerdo, que a veces trae llanto,

le ha dado a mi memoria como imborrable encanto;
conserva mis placeres, cuanto ha sido mi anhelo,
y al menor llamamiento, con toda su dulzura,
ante los ojos míos los tiende, con la altura
de su radiante cielo.

Y las horas felices que revivir ansío
me las da, si lo quiero, pues todo lo ha guardado:
el acre olor del bosque, de aquel bosque sombrío
de pinos en la playa, que nos dejó embriagado
el corazón; el viento que se llevó en la duna
nuestros besos, al claro de la naciente luna;
la aldeita, el estrecho recodo del camino
en donde disputamos al fulgor vespertino;
nuestro largo regreso;
y cómo yo con modos fingidos o reales
te regañaba, el tiempo que empleaste ex-profeso
comprando bagatelas y tarjetas postales;
después perdón y llanto, la entrada en la capilla
con aroma de incienso; nuestra casa sencilla;
en tardes de verano, bajo cielo violeta,
nuestros largos paseos en veloz bicicleta;
nuestros cantos y gritos, nuestras horas sombrías;
y por el campo, aquellas alegres correrías...
Todo eso es mi memoria, con imborrable acopio
de recuerdos, me vuelve, recuerdos de otros días...
¿No piensas que ella vale más que tu estereoscopio?

¿No piensas que lo tuyo semeja cosa trunca,
esos blancos y negros, conjunto deslustrado
de ataúdes en donde vivo quedó el pasado,
y de donde a la vida no ha de salir ya nunca?
Habrás de mostrar esos sarcófagos sombríos
en donde nuestros días se encuentran prisioneros,
y dirán tus amigos con rostros placenteros:
"¡Qué grande vuestra playa, qué campos y qué ríos,
y qué árboles teníais! ¿Solos en esta aldea
vivísteis?" Para luego reír a costa mía
de mi torpe apostura. ¡Que eso tu encanto sea!

Tú, diviértete, y hazlos que vivan nuestro viaje;
mas todos esos sitios y muros y paisaje
que tan feliz me hicieron y que guardo en la mente,
cuadros en donde surges con aire diferente,
siempre aire placentero,
guárdalos sin mostrármelos, porque verlos no quiero.
De otras bellas imágenes mi mente está repleta,
y me interesan más...
Tus clisés no me importan. El recuerdo es poeta,
pero ¡por Dios! no lo hagas historiador jamás.



FINAL

Adiós, pues. ¿Nada olvidas? Está bien. Puedes irte.
Ya nada más debemos decirnos... ¿Para qué?
Te dejo. Partir puedes. Pero aguarda un momento...
está lloviendo. Espera que deje de llover.

Abrígate. Está haciendo mucho frío en la calle.
Ponte capa de invierno. Y abrígate muy bien.
¿Todo te lo he devuelto? ¿Nada tuyo me queda?
¿Tu retrato te llevas y tus cartas también?

Por última vez mírame. Vamos a separarnos.
Óyeme. No lloremos, pues necedad sería...
¡Y qué esfuerzo debemos los dos hacer ahora
para ser lo que fuimos... lo que fuimos un día!

Se habían nuestras almas tan bien compenetrado,
y hoy de nuevo su vida cada cual ha tomado.
Con un distinto nombre por senda aparte iremos,
a errar, a vivir solos... Sin duda sufriremos.

Sufriremos un tiempo. Después vendrá el olvido,
lo solo que perdona. Tú, de mí desunida,
serás lo que antes fuiste. Yo, lo que antes he sido...
Dos distintas personas seremos en la vida.

Vas a entrar desde ahora por siempre en mi pasado;
tal vez nos encontremos en la calle algún día.
Te veré desde lejos con aire descuidado,
y llevarás un traje que no te conocía.

Después pasarán meses sin que te vea. En tanto,
habrán de hablarte amigos de mí. Yo bien lo sé;
y cuando en mi presencia te recuerden, encanto
que fuiste de mi vida, «¿Cómo está?» les diré.

Y qué grandes creímos nuestros dos corazones,
¡y qué pequeños! ¡Cómo nos quisimos tú y yo!
¿Recuerdas otros días? ¡Qué gratas ilusiones!
Y mira en lo que ahora nuestra pasión quedó.

Y nosotros, lo mismo que los demás mortales,
en promesas ardientes de eterno amor creyendo.
¡Verdad que humilla! ¿Todos somos acaso iguales?
¿Somos como los otros? Mira, sigue lloviendo.

Quédate. ¡Ven! No escampa. Y en la calle hace frío.
Quizá nos entendamos. Yo no sé de qué modo.
Aunque han cambiado tanto tu corazón y el mío,
tal vez al fin digamos: «¡No está perdido todo!»

Hagamos lo posible. Que acabe este desvío.
Vencer nuestras costumbres es inútil. ¿Verdad?
¡Ven, siéntate! A mi lado recobrarás tu hastío,
y volverá a tu lado mi triste soledad.



¿INTENTAS OTRA VEZ REÑIR?

¿Intentas otra vez reñir? Ya escucho
llanto y explicaciones.
Sí mucho amamos, regañamos mucho,
y así termina todo en discusiones.
Por esta sola vez quiero que calles,
mientras, yo con cariño,
sin recordar disputas y detalles
desato tu corpiño...
Lo que intentas decirme de antemano
te digo que lo sé;
explicarte, reñir, hablar en vano,
y todo ... ¿para qué?
Cuando luego el vestido desabroche,
te sentirás mejor sin ese velo...
¡Además, sin recelos,
mucho más te querré toda la noche!
No hagas mohines. Mírame sin celos,
y desde ahora, estrechamente unidos
amémonos de veras
poniendo en ello todos los sentidos.
Ven hacia mí, que haré lo que tú quieras.
Bien sabes que nos unen fuertes lazos
que el juramento anuda.
Apura, ¡vamos!, échate en mis brazos
así... ¡toda desnuda!



POST - SCRIPTUM

Me escribiste ayer tarde dos hojas solamente.
¿Estarás tan contenta que me olvidas así?
Sin duda te fatigas y ves a mucha gente;
repósate. Y escríbeme. Y piensa siempre en mí.

Y tu vestido nuevo no te lo pongas tanto;
qué bien te va. Celoso no soy, y nunca fui.
Puede el aire dañártelo. ¿Para qué nuevo encanto
a tu belleza? Guárdalo para ti y para mí.





POST - SCRIPTUM 2

He bebido tu carta con febril impaciencia.
Y tú, cuando estas líneas recibas, estarás
en un grupo dichoso. Y entre la concurrencia,
"Léela pronto", un amigo junto a ti te dirá.

Y en tanto, abanicándote con mi carta cerrada,
y viendo el sobre apenas, distraída tal vez,
dirás, no interrumpiendo tu charla comenzada:
"No es nada, sí... no es nada. La leeré después".




SERENIDAD

¿Qué fue lo que dijiste
cuando adiós me dijiste?
¿Que ya no nos amábamos?...Pero, sí, nos amamos.
¿Lloraste? ¿Serás siempre la que yo he conocido
desde que en nuestra vida los dos nos encontramos?

Y sé perfectamente que bien me has comprendido.
Sé más franca. Las cosas siempre están complicando,
y por ese motivo nos vemos disputando;
di, pues, que en nuestra época siempre es afectación,
y que siempre resulta ridículo y vulgar,
cuando de amantes finos muchos la quieren dar,
escribir con mayúsculas Amor y corazón;
palabras que de nada nos sirven empleamos
y que son fastidiosas,
y, además, peligrosas,
e importancia con ellas en la vida nos damos.
Mi corazón, repiten. Tu corazón también,
y nuestros corazones. Es costumbre corriente.
Y podría jurarte que de todo eso, bien
prescindir se podría, sin gran inconveniente,
y arreglarse al momento las cosas fácilmente.

¿Nuestros dos corazones? Hay tan sólo "tú y yo",
"tú y yo" no más: de raro no hemos tenido nada,
pero con las palabras siempre nos embriagamos,
y aquí, desde la tierra, dándonos cuenta vamos
de que lo real no llega nunca a la altura soñada.
Te suplico, es prudente, que los dos prescindamos
de hablar de Corazones, y que tú y yo seamos
lo que nosotros somos. Cuando los dos nos vemos
no nos turbamos mucho, pues bien nos conocemos;
ya todo no es como antes, en días de ventura;
cuando nos encontramos, no veo en ti locura;
me pasa a mí lo mismo...lo mismo. ¡Bien! ¿Y qué?
Es esto que aquí ocurre, tragedia no se ve.

¿Nos sentimos calmados?... Esto es muy natural,
es la costumbre. Estamos
ya con ella habituados, ha tiempo, bien o mal;
y cuando ambos creemos que ya no nos amamos,
cada uno se fastidia si el otro se halla ausente.
No hallamos gusto en nada. todo es triste en redor.
Nos vemos desdichados, con aire displicente.
Pero ¿un bien no es esto ya? Pues bueno: así es mejor.




SU CARTA

Ella me escribe: "Un día como tantos, perdido.
¿Sabes? La primavera muy hermosa ha venido;
mas durante tu ausencia, siempre en cosas chiquitas
se va el tiempo; en las tiendas y en algunas visitas.
Hoy, temprano, a la casa llegué, pues recibí.
¡Qué cansancio! La vida muy horrible es sin ti.
Triste, en este momento, de la alcoba, y aprisa,
me vine junto al fuego, descalza y en camisa.
En el tardío instante, desde el alba esperado,
en que puedo, de lejos, fundirme en ti, mi amado.

Todo tu amor me envuelve -porque sé que me amas-
y más calor me infunde que el calor de las llamas.
Imaginar no puedes cuánta tristeza siento.
-Contra los vidrios ¿ no oyes allá gemir el viento?-

Por el salón anduve. Sintiéndome cansada,
a la alcoba me vine y arreglé la almohada;
me quité la camisa, que doblé con esmero;
después, collar y anillos puse en el joyelero
con todas las pulseras; y en la mesita, al lado,
junto al retrato tuyo, por mí siempre besado,
dejé el corsé... sonrío en tantas noches
en que febril, inquieto, sufrías con los broches;
y recuerdo tu cólera, que olvidar nunca puedo,
cuando al soltar un broche te lastimaste un dedo.

Libre ya de apreturas, ¡qué alivio el que hubo en mí!
mi desnudez, entonces, blanca y nerviosa vi
copiada en el espejo del armario. Y sintiendo
horror por este cuerpo que creo inútil, tiendo
con la mente los brazos a ti, mi asilo amado;
y ¿para qué negártelo?, lo confieso: he llorado.
¡Sí!
Sobre las rodillas estas líneas te escribo.
En la mesa de laca que en el rincón percibo,
tus guantes, y tus libros están, y todos ellos
me recuerdan ahora muchos instantes bellos
y otros tristes: ¿te acuerdas? porque de vez en cuando
hemos ambos reñido... Tú sin razón...

Regando la bujía luz pálida, bajo pantalla lila,
va extendiendo en las sábanas una sombra tranquila.
-¡Cómo contra los vidrios está soplando el viento!-
¡Si junto a mí estuvieras, aspirando mi aliento,
para que me miraras feliz, inanimada,
y sollozar me hicieras al verme por ti amada!...
¡Porque hace mucho tiempo para ti sólo vivo!

¿Sabes? Ya casi, casi no veo lo que escribo,
Adiós, pues; duerme mucho. Me acuesto de amor loca.
¡Ah! recibe mil besos, más de mil en la boca."



TERNURA

¿Me amas? ¿Qué estás haciendo? Ni una palabra dices.
Aproxímate a mí.
Deja por un momento lo que te ocupa ahora.
Ven a sentarte aquí.

Tendré mucho cuidado. Trataré que tu falda
no se vaya a arrugar.
Quitemos los cojines, si acaso te incomodan,
y vente aquí a sentar.

Picaroncita. Dame las manos. Que tus ojos
se fijen bien en mí.
¡Si a comprender llegaras cuánto es lo que te quiero!...
Mírame más... Así...

Debes ver en mis ojos que te entregué a ti sola
entero el corazón.

¿No lo estás comprendiendo? Tan grande es esta noche,
¡tan grande es mi pasión!

Pero no lo comprendes, no puedes comprenderlo...
¿Cómo que dices " sí"?
¡Qué corazón tan bueno! ¡Qué amable! Y qué ternura
siento ahora por ti.

Sólo es para que puedas ahora darte cuenta...
Pero ¿oyéndome estás?
Sólo es para que sepas... En fin... De que te quiero
bien te convencerás.

Vuelve hacia mí los ojos. Mírame enternecida
porque llorando estoy.
Nada como tus ojos y tu frente... ¡Qué dicha,
pues de ellos dueño soy!

Inclina la cabeza del lado de la lámpara...
así te quiero ver.
¡Y déjame las manos, como si banda fueran,
en tu frente poner!

Gran ternura condensan tus ojos y tu frente
en mi triste vivir.
¿Dices que es cierto... es cierto? Te adoro, y bien quisiera
hoy hacerte sufrir.

TÉOPHILE GAUTIER:

ÚLTIMO DESEO

Hace ya tanto tiempo que te adoro,
dieciocho años atrás son muchos días...
eres de color rosa, yo soy pálido,
yo soy invierno y tú la primavera.
Lilas blancas como en un camposanto
en torno de mis sienes florecieron,
y pronto invadirán todo el cabello
enmarcando la frente ya marchita.
Mi sol descolorido que declina
al fin se perderá en el horizonte,
y en la colina fúnebre, a lo lejos,
contemplo la morada que me espera.
Deja al menos que caiga de tus labios
sobre mis labios un tardío beso,
para que así una vez esté en mi tumba,
en paz el corazón pueda dormir.



EL TRAJE ROSA

Adoro la túnica rosa
en que va tu hermosura envuelta;
es el tibor de tu garganta;
es de tu cuerpo ánfora esbelta.

Frágil como una rosa thé,
leve como un ala de abeja,
toda te ciñe y te circunda
con rauda caricia bermeja.

A la seda tu piel trasmite
sus estremecimientos cálidos:
a tu piel la seda devuelve
reflejo de carmines pálidos.

-¿ Quién urdió la mágica tela
con hilos de tu carne misma,
en un misterio donde suman
luz, seda y piel un móvil prisma?

-¿Son los iris de la alborada;
o los nácares de Afrodita;
o los rubíes de tu seno
lo que en tu clámide se agita?

-¿Quizá las hebras se tiñeron
en tus corales de pudor,
cuando desnuda contemplabas
de tus líneas el esplendor?

Tú, despojada de esos velos
-soñada encarnación del arte-
ser podrías ante Canova
cual otra Venus Bonaparte.

No sé si eres urna de ónice
donde ávidos goces van presos,
o si lo que tu cuerpo ciñe
es una túnica de besos.


HUMO

Bajo los árboles hay
una choza corcovada;
con el tejado vencido,
rotas paredes y musgo
en el umbral de la puerta.

Ciega está por sus postigos
la ventana, pero igual
que cuando hace mucho frío
se ve como un tibio aliento
de la casa que respira.

Un tirabuzón de humo
gira en hilillos azules
y así del alma encerrada
en aquel tugurio lleva
noticias frescas a Dios.



LAS PALOMAS

En el collado aquel de los sepulcros
una palmera y su penacho verde
se yerguen donde acuden las palomas
a anidar por la noche y guarecerse.

Con el alba desertan de las ramas:
como un collar que se desgrana, vemos
-blancas, dispersas, en el aire azul-
que algún tejado buscan aún más lejos.

Todas las noches es un árbol mi alma
donde se posan con las alas trémulas
enjambres blancos de visiones locas
para echar a volar cuando clarea.



LIED

Es rosada la tierra en el abril,
como la juventud, como el amor;
y casi no se atreve, siendo virgen,
a enamorarse de la Primavera.

En junio, con un pálido semblante
y el corazón turbado de deseos,
con el Verano de tostada piel
se apresura a ocultarse en los trigales.

En agosto, bacante color cobre,
al Otoño le ofrece sus dos pechos,
con su piel atigrada se revuelca
y hace brotar la sangre de las vides.

En diciembre es la anciana que se encorva,
empolvada de blanco por la escarcha;
en sus sueños quisiera despertar
al Invierno que ronca junto a ella.



PAISAJE

No se mueve ni una hoja,
no hay ni un pájaro que cante,
sobre el rojizo horizonte
de vez en cuando un relámpago;

a un lado algunos espinos,
surcos a medio anegar,
lienzos grises de murallas,
sauces nudosos plegados;

al otro un campo limita
una zanja llena de agua,
y hay una vieja cargada
con un fardo muy pesado;

luego el camino se pierde
entre colinas azules,
y lo mismo que una cinta
se alarga en pliegues sinuosos.



PASTEL

No me canso de veros en los marcos ovales,
amarillos retratos de beldades de antaño
en la mano unas rosas quizá ya un poco pálidas,
como es propio de flores de cien años atrás.

El invierno al rozar vuestras frescas mejillas
marchitó lo que en ellas era lirio y clavel,
ahora sólo lucís algún lunar de barro,
y aquí estáis en los muelles, ensuciados, manchados.

Aquel dulce reinado de las bellas pasó;
tanto la Parabère como la Pompadour *
sólo indóciles súbditos hoy tendrían tan sólo,
y en sus mismos sepulcros también yace el amor.

Pero, oh viejos retratos olvidados, aún
os conmueve aspirar vuestra flor sin perfume,
y podéis sonreír, melancólicamente
recordando a galanes hace un siglo difuntos.


TRISTEZA EN MAR

Vuelan como jugando las gaviotas;
y los blancos corceles de la mar,
encabritados sobre el oleaje,
sus despeinadas crines dan al aire.

Cae la tarde y una fina lluvia
apaga las hogueras de la noche;
a su paso el vapor escupe hollín
y abate su penacho largo y negro.

Más pálido que el cielo sin color,
me dirijo a la tierra del carbón,
donde reinan la niebla y el suicidio;
-Hace un tiempo ideal para matarse.

Siento ahogarse mis ávidos deseos
en el abismo amargo que blanquea;
se arremolina el agua, danza el barco,
el viento cada vez se hace más fresco.

¡Está tan dolorida el alma mía!
El océano se hincha, suspirando,
y su desesperado pecho me parece
como un amigo fiel que me comprende.

¡Penas de amor perdidas, adelante,
esperanzas truncadas, ilusiones
apeadas de alturas ideales,
podéis saltar hasta los surcos húmedos!

¡Id al mar, sufrimientos del pasado
que volvéis nuevamente para hurgar
en vuestras cicatrices mal cerradas
intentando otra vez que lloren sangre!

Id al mar los fantasmas de mis sueños,
congojas de mortales palideces
en este corazón con siete espadas
como lleva la Madre dolorosa.

Cada fantasma se sumerge y lucha
durante unos momentos con el agua
que lo cubre al final de su voluta
y lo engulle lanzando un gran sollozo.

¡Oh, pesado equipaje, lastre de alma,
tesoros miserables y queridos
hundíos y después de este naufragio
yo mismo os seguiré al fondo del mar!



LO QUE DICEN LAS GOLONDRINAS

Aquí y allá se ven las secas hojas
sobre campos de hierba amarillenta;
desde el alba a la noche el viento es fresco,
éste es el fin del tiempo de verano.

Veo abrirse las flores que conserva
el jardín como un último tesoro:
quiere lucir la dalia su divisa,
la maravilla su dorada toca.

La lluvia en el estanque hace burbujas;
y tienen conciliábulos extraños
las golondrinas sobre los tejados:
¡Ya ha llegado el invierno con sus fríos!

Se reúnen por cientos con el fin
de llegar a un acuerdo sobre su éxodo.
Una dice: «Qué bien se está en Atenas,
viéndolo todo desde la muralla.

Todos los años voy allí y anido en
metopas del mismo Partenón.
En los frisos mi nido disimula
el hueco de una bala de cañón.»

Otra dice: «Yo tengo mi cuartito
en Esmirna, en el techo de un café;
sus granos de ámbar cuentan los hayíes
en el umbral que recalienta el sol.

Entro y salgo, avezada como estoy
a los rubios vapores de las pipas,
y entre mares humosos rozo siempre
los turbanes y feces al pasar.»

Ésta dice: «Yo habito en un triglifo,
en el frontón de un templo, allá en Baalbek;
allí me poso y me sujeto, encima
de mis crías de pico puntiagudo.»

Otra dice: «Sabed mi dirección:
Rodas, palacio de los caballeros;
cada invierno mi tienda se alza allí
en capiteles de negros pilares.»

Y la quinta: «Yo voy a descansar,
pues la edad no permite largos vuelos,

martes, 27 de marzo de 2007

JORGE TELLIER

******************************



BOTELLA AL MAR

Y tú quieres oír, tú quieres entender.
Y yo te digo: olvida lo que oyes, lees o escribes.
Lo que escribo no es para ti, ni para mí, ni
para los iniciados. Es para la niña que nadie
saca a bailar, es para los hermanos que
afrontan la borrachera y a quienes desdeñan
los que se creen santos, profetas o poderosos.

De "Cartas para reinas y otras primaveras" 1985



ANDENES

Te gusta llegar a la estación
cuando el reloj de pared tictaquea,
tictaquea en la oficina del jefe-estación.
Cuando la tarde cierra sus párpados
de viajera fatigada
y los rieles ya se pierden
bajo el hollín de la oscuridad.


Te gusta quedarte en la estación desierta
cuando no puedes abolir la memoria,
como las nubes de vapor
los contornos de las locomotoras,
y te gusta ver pasar al viento
que silba como un vagabundo
aburrido de caminar sobre los rieles.


Tictaqueo del reloj.
Ves de nuevo
los pueblos cuyos nombres nunca aprendiste,
el pueblo donde querías llegar
como el niño el día de su cumpleaños
y los viajes de vuelta de vacaciones
cuando eras -para los parientes que te esperaban
-sólo un alumno fracasado con olor a cerveza.


Tictaqueo del reloj.
El jefe-estaciónjuega un solitario.
El reloj sigue diciendo
que la noche es el único trenque puede llegar a este pueblo,
y a ti te gusta estar inmóvil escuchándolo
mientras el hollín de la oscuridad
hace desaparecer los durmientes de la vía.




CUANDO EN LA TARDE APAREZCO EN LOS ESPEJOS...

Cuando en la tarde aparezco en los espejos
Cuando yo y la tarde queríamos unirnos
Tristemente nos despedimos
Tristemente nos hablamos
en el espejo que disuelve las imágenes


Quién soy entonces Quizás por un momento
de verdad soy yo que me encuentro
Quién soy yo sino nadie
Alguien que quisiera pasarse los días y los días
Como un solo domingo


Mirando los últimos reflejos del sol en los vidrios
Mirando a un anciano que da de comer a las palomas
Y a los evangélicos que predican el fin del mundo
Cuando en la tarde no soy nadie


Entonces las cosas me reconocen
Soy de nuevo pequeño
Soy quien debiera ser
Y la niebla borra la cara
de los relojes en los campanarios.


ESTAS PALABRAS

Estas palabras quieren ser
un puñado de cerezas
-un susurro -
¿para quién?-
entre una y otra oscuridad.
Sí, un puñado de cerezas,
un susurro -
¿para quién?
-entre una
y otra oscuridad.


EN LA SECRETA CASA DE LA NOCHE

Cuando ella y yo nos ocultamos
en la secreta casa de la noche
a la hora en que los pescadores furtivos
reparan sus redes tras los matorrales,
aunque todas las estrellas cayeran
yo no tendría ningún deseo que pedirles.


Y no importa que el viento olvide mi nombre
y pase dando gritos burlones
como un campesino ebrio que vuelve de la feria,
porque ella y yo estamos ocultos
en la secreta casa de la noche.


Ella pasea por mi cuarto
como la sombra desnuda
de los manzanos en el muro,
y su cuerpo se enciende como un árbol de pascua
para una fiesta de ángeles perdidos.


El temporal del último tren
pasa remeciendo las casas de madera.
Las madres cierran todas las puertas
y los pescadores furtivos van a repletar sus redes
mientras ella y yo nos ocultamos
en la secreta casa de la noche.




PUENTE EN EL SUR

Ayer he recordado un día de claro invierno.
He recordadoun puente sobre el río,
un río robándole azul al cielo.
Mi amor era menos que nada en ese puente.
Una naranja undiéndose en las aguas,
una voz que no sabe a quién llama,
una gaviota cuyo brillo se
deshizo entre los pinos.
Ayer he recordado que no se
es nadie sobre un puente
cuando el invierno sueña
con la claridad de otra estación,
y se quiere ser una hoja inmóvil
en el sueño del invierno,
y el amor es menos que una naranja
perdiéndose en las aguas,
menos que una gaviota
cuya luz se extingue entre los pinos



QUÉ HISTORIA ES ÉSTA

Qué historia es ésta y cuál es su final?
Ya no quiero ser más vendedor de palabras.
Ya mi cabeza está demasiado aturdida
y mi canción es sólo un montón de hojas muertas.
Me da lo mismo la ciudad que el campo.
Trataré de olvidar los poemas y los libros
abrigaré mi cuello con una vieja bufanda
y me echaré un pan en el bolsillo.
Oleré a mal vino y suciedad
enturbiando los limpios mediodías.
Y me haré el tonto a propósito de todo.
Y sin tener necesidad de triunfar o fracasar
trataré que la escarcha cubra mi pasado
porque no puedo sino hacer estupideces
seguir caminando en estos tiempos.



MELUSINA

Infiel como el ala de los pájaros infieles
tú siempre serás mía:
los eucaliptus sangraban,
un caballo ciego fue a agonizar entre los rieles
porque no quería ver el fin de nuestro amor
mientras se marchitaban los dedales
de oro sembrados por un loco.
Tú siempre serás mía.
Infiel como el ala de los pájaros infieles.



SENTADOS FRENTE AL FUEGO

Sentados frente al fuego que envejece
miro su rostro sin decir palabra.
Miro el jarro de greda donde aún queda vino,
miro nuestras sombras movidas por las llamas.
Ésta es la misma estación que descubrimos juntos,
a pesar de su rostro frente al fuego,
y de nuestras sombras movidas por las llamas.
Quizás si yo pudiera encontrar una palabra.
Ésta es la misma estación que descubrimos juntos:
aún cae una gotera, brilla el cerezo tras la lluvia.
Pero nuestras sombras movidas por las llamas
viven mas que nosotros.
Sí, ésta es la misma estación que descubrimos juntos:
-Yo llenaba esas manos de cerezas, esas
manos llenaban mi vaso de vino-.
Ella mira el fuego que envejece.

CHARLES BUKOWSKY

CISNE DE PRIMAVERA

También en primavera
mueren los cisnes
y ahí flotaba
muerto un domingo
girando de lado
en la corriente
y fui hasta la rotonda
y distinguí
dioses en carros,
perros, mujeres
que giraban,
y la muerte
se me precipitó garganta abajo
como un ratón,
y oí llegar a la gente
con sus canastos de camping
y sus risas
y me sentí culpable
por el cisne
como si la muerte
fuese algo vergonzoso
y me alejé
como un idiota
y les dejé
mi hermoso cisne.



ABRAZA LA OSCURIDAD

La confusión es el dios
la locura es el dios
la paz permanente de la vida
es la paz permanente de la muerte.
La agonía puede matar
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser.
no olvides las aceras,
las putas,
la traición,
el gusano en la manzana,
los bares, las cárceles
los suicidios de los amantes



AMOR, FAMA Y MUERTE

se sienta afuera de mi ventana
como una vieja que va al mercado;
se sienta y me observa,
suda nerviosamente
por entre alambre y niebla
y ladrido-perro
hasta cuando inesperadamente
golpeo la pantalla con un periódico
como manoteando una mosca
y usted pudiera escuchar el grito
en esta ordinaria ciudad,
y entonces salió.

la manera de terminar un poema
como estees quedarse de pronto
callado.



MELANCOLÍA

la historia de la melancolía
nos incluye a todos.
me retuerzo entre las sábanas sucias
mientras fijo mi mirada
en las paredes azules
y nada.
me he acostumbrado tanto a la melancolía
que la saludo como a una vieja
amiga. ahora tendré 15 minutos de aflicción
por la pelirroja que se fue,
se lo diré a los dioses.
me siento realmente mal
realmente triste entonces me levanto
PURIFICADO aunque no haya resuelto
nada (...)
hay algo mal en mí
además de la melancolía



OH SÍ

hay cosas peores que estar solo
pero a menudo toma
décadas darse cuenta de ello
y más a menudo cuando
esto ocurre
es demasiado tarde
y no hay nada peor
que un demasiado tarde


VERDAD

una de las mejores
líneas de Lorca es,
"agonía, siempre agonía…
"piensa en esto cuando mates
una cucaracha o recojas
un hoja para afeitarte
despertando en la mañana
para enfrentar el sol


PÁJARO AZUL

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro,
no voya permitir que nadie
te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón
quequiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro
.hay un pájaro azul en mi corazón
quequiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo,
¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres mis obras?
¿es que quieres que se hundan
las ventas de mis libros en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo,
sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongastriste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre,
pero yo no
lloro,
¿lloras tú?


lunes, 26 de marzo de 2007

ENRIQUE LIHN

AHORA SÍ QUE TÚ Y YO.

..Ahora sí que tú y yo estamos más lejos uno del otro
que dos estrellas de diferentes galaxias.
Ningún astrónomo logrará tenernos juntos
en su vertiginoso campo visual
ni el fotógrafo de Cartagena ante su Polaroid
así fue hace la infinidad de siete años el resto
de las imágenes son nubes de la memoria
y de aquélla y de todas se ha retirado la vida.



BUENAS NOCHES, AQUILES

Ahora sí que te dimos en el talón
La muerte de la que huyas
Correrá acompasadamente a tu lado

Buenas noches, Aquiles


CASI CRUZO LA BARRERA

Casi cruzo la barrera
del espejo para verlo que no se puede ver:
el mundo cómo sería
si la realidad copiara,
y no al revés, el espejollena,
por fin, de su nada.



COMO SI EL SUEÑO FUERA ESCRITO...

Como si el sueño fuera escrito en estrofas regulares
cada nocturno despertar significa
el reacomodarse del cuerpo a su idea fija:
que el enemigo...
monta guardia ...
...en él sin pegar una sola pestañada
dueño y señor de la ciudadela tomada.



CONTRA LOS PENSAMIENTOS NEGROS

Pensamientosno pensamientos negros
La relación paradigmática de éstos con la muerte
es un recurso fáciluna mala metáfora
Los pensamientos no lloranno se conduelen
de sus objetostampoco deben ser pensados
como auxiliares de la razón contra la locura
(Fourier no anunció sin razón las ciencias de la locura)
El desahuciado observa que, en la perspectiva de la muerte,
las cosas forzadas a ocupar
un espacio limitado antes que a fluir en un tiempo amorfo supuestamente ilimitadose ordenan como en un cuadro
de Mantegna Nunca antes se había visto así,
al centro del escenarioComo un santo con un león a sus pies
Nunca fui un santo ni domestiqué un león
lo importante es el centro del cuadro
como lo veo como lo venen el andén de la equidistancia
el de ser sin que esto sea un motivo de orgullo
(¿qué orgullo puede tener el que va a morir?)
el centro de un pequeño sistema planetario
al que, en honor a la claridad, le falta la cuarta dimensión
el tiempo que ciega en punto a la perspectiva.




DESTIEMPO

Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren
entre la multitud de la igualdad de los días.
Nuestra debilidad cifraba en ellos
nuestra última esperanza.
Pensábamos y el tiempo que no tendría precio
se nos iba pasando pobrementey estos son,
pues, los años venideros.
Todo lo íbamos a resolver ahora.
Teníamos la vida por delante.
Lo mejor era no precipitarse.




NADA TIENE QUE VER EL DOLOR CON EL DOLOR...

Nada tiene que ver el dolor con el dolor
nada tiene que ver la desesperación con la desesperación
Las palabras que usamos para designar
esas cosas están viciadas
No hay nombres en la zona muda

Allí, según una imagen de uso,
viciada espera la muerte a sus nuevos amante
sacicalada hasta la repugnancia, y los médicos
son sus peluqueros, sus manicuros, sus usurarios usuarios
la mezquinan, la dosifican, la domestican, la encarecen
porque esa bestia tufosa es una tremenda devoradora

Nada tiene que ver la muerte
con esta imagen de la que me retracto
todas nuestras maneras de referirnos a las cosas
están viciadasy éste no es más que otro modo de viciarlas
Quizá los médicos no sean más que sabios y la muerte
-la niña de sus ojos- un querido problema la ciencia lo resuelve
con soluciones parciales, esto es, difiere
su nódulo insoluble sellando una pleura, para empezar

Puede que sea yo de esos que pagan
cualquier cosa por esa tramitación
Me hundiré en el duelo de mí mismo,
pero cuidando de mantener
ciertas formas como ahora en esta consulta

Quiero morir (de tal o cual manera)
ese es ya un verbo descompuesto
y absurdo, y qué va, diré algo, pero razonablemente,
evidentemente fuera del lenguaje en esa
zona muda donde unos nombres que no alcanzan a ser
cuando ya uno, qué alivio, está muerto,
olvidado ojalá previamente de sí mismo
esa cosa muerta que existe en el lenguaje y que es
su presupuestoInvoco en la consulta al Dios
de la no mismidad, pero sabiendo que se trata
de otra ficción más sobre la unión de Oriente y Occidente
de acápites, comentarios y prólogos

Un muerto al que le quedan algunos
meses de vida tendría que aprender
para dolerse, desesperarse y morir, un lenguaje limpio
que sólo fuera accesible más allá
de las matemáticas a especialistas
de una ciencia imposible e igualmente válida

Un lenguaje como un cuerpo operado de todos sus órganos
que viviera una fracción de segundo
a la manera del resplandor
y que hablara lo mismo de la felicidad que de la desgracia
del dolor que del placer, con una sonriente
desesperación, pero esto es ya decir
una mera obviedad con el apoyo
de una figura retórica
mis palabras no pueden obviamente atravesar
la barrera de ese lenguaje desconocido
ante el cual soy como un babuino llamado
por extraterrestres a interpretar
el lenguaje humano

Ay dios habría que hablar de la felicidad de morir
en alguna inasible formade eso que acompañó
a la inocencia al orgasmo a todos y
a cada uno de los momentos que improntaron la memoria
con impresiones desaforadas Cuando en la primera polución
-mucho más mística que la primera comunión

Pensabas en Isabel ella no era una persona
sino su imagen el resplandor orgástico de esa creatura
que si vivió lo hizo para otros diluyéndose para ti carnalmente en el tiempo de los demás sin dejar más que el rastro de su resplandor en tu memoria
eso era la muerte y la muerte advino y devino
el click de la máquina de memorizar esa repugnante devoradora
acicalada en palabras como éstas tu poesía.

En suma es la muerte el sueño de la letra
donde toda incomodidad tiene su asientola
cárcel de tu ser que te privaba del otro nombre de amor escrito silenciosamente en el muro figuras obscenas untadas de vómito tu vida que
-otra palabra- se deslizó, sin haberse podido
engrupir en lo existente detenerse en lo
pasajero hundir el hocico feliz en el comedero,
golpear por un asilo nocturno
con el amor como con una piedra

La muerte fue la que se disfrazó de mujer en el altillo
de una casa de piedra y para ti
de sombra y humo y nada
porque ya no podías enamorar a su dueña, temblando
del placer de perderla bajo una claraboya con telarañas

Tienes que reconstituir ese momento ahora
que la dueña de la casa es la muerte
y no la otra, esa nada ese humo esa sombra
darte el placer de ser ella y
de unirte a ella como los labios
de Freudque se besan a sí mismos




NOCTURNO

Eres la primera que te me paseas
por aquíen mucho tiempo a la redonda:
«Víveme, víveme, yo soy inagotable»,
con tu absurda existencia al desnudo:
«has visto tú qué linda soy dímelo chico»
pequeños senos duros rompeolas
y el juego de las nalguitas:
«me canso en todo, menos en esto»
Y apruebo lo de mulata canela que te dicen,
el relajoése de «óyeme, enfermona,
tú,que no somos de palo ni de hierros»
Vaya, como en cada uno de tus condenadas historias
jálate también aquí una conga del carajo.



PRENDAN Y APAGUEN LA LUZ...

Prendan y apaguen la luz a partir del segundo piso
un...... * paga esa cuenta
y no dejen la puerta abierta
los malandras causados por el régimeno degenerados por él
recorren hambrientos y borrachos la calle Pass
ydonde reina la oscuridad
los del segundo que temen por su seguridad
hasta ocho candados resistirían el asalto y no yo
el licenciado Vidriera
pueden decir que la paranoia es el nódulo
de mi pulmón derecho y la sombra en el izquierdo
sólo quiero que apaguen esa luz que cierren esa puerta
*Espacio en blanco en el original.



REGALO DE SUEÑO

El sueño te hace el regalo de una ciudad
en la que nunca estarásese deseo hecho irrealidad
se levanta por una fracción de segundo, con minaretes,
plazas y fuentes
mucho más precisoque una lámina de.......
.*El genio del sueño es un omnipotente arquitecto
Nunca conocerá nadie la inmensidad de las ciudades que levanta para un solo enfermo
quien no verá de por vida Constantinopla
Una pálida sombra ante el fasto de lo que
lleva ese nombre en sueños




TE DIMOS DEMASIADA IMPORTANCIA...

Te dimos demasiada importancia:
el rey de los pasquines en que hacías tus consagraciones
y consagrabas tus desprecioses
de heterogénea y olvidable lectura.
Después de ser la rumia, la rutina
"de los caballeros que pastan en las praderas chilenas"y el diccionario de los apenados
que compran trabajo a cualquier precio...
se vende por kilos en las carnicerías.
De por muerte.*
Aparece así en el original.




ÚNICAMENTE LOS MUERTOS NO PIENSAN...

Únicamente los muertos no piensan que trabajan
ni piensan que no piensan ni antitra
bajanllegan a ese nirvana
a través del azar o con el errorde los iniciados
en las antípodas de la sabiduría
Su último destino es, en cualquier caso, el mismo

FEDERICO GARCÍA LORCA

A LA NOCHE

Noche fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista,
los montes llanos y los mares secos;
habitadora de cerebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos;
la sombra, el miedo,
el mal se te atribuya,solícita,
poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.
Que vele o duerma, media vida es tuya;
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.



AL OÍDO DE UNA MUCHACHA
No quise.
No quise decirte nada.

Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.

No quise.
No quise decirte nada.




ALMA AUSENTE

No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.

No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.

El otoño vendrá con caracolas,uva de niebla
y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.

Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.

No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría.

Tardará mucho tiempo en nacer,
si es que nace,un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.



AMOR DE MIS ENTRAÑAS, VIVA MUERTE...

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.



APUNTE PARA UNA ODA

Desnuda soledad sin gesto ni palabra,
transparente en el huerto y una untuosa por el monte;
soledad silenciosa sin olor ni veleta
que pesa en los remansos, siempre dormida y sola.
Soledad de lo alto, toda frente y luceros,
como una gran cabeza cortada y palidísima;
redonda soledad que nos deja en las
manosunos lirios suaves de pensativa escarcha.


En la curva del río te esperé largas horas,
limpio ya de arabescos y de ritmos fugaces.
Tu jardín de violetas nacía sobre el viento
y allí temblabas sola, queriéndote a ti misma.


Yo te he visto cortar el limón de la tarde
para teñir tus manos dormidas de amarillo,
y en momentos de dulce música de mi vida
te he visto en los rincones enlutada y pequeña,
pero lejana siempre, vieja y recién nacida.I
nmensa giraluna de fósforo y de plata,
pero lejana siempre, tendida, inaccesiblea
la flauta que anhela clavar tu carne oscura.


Mi alma como una yedra de luz verde y escarcha
por el muro del día sube lenta a buscarte;
caracoles de plata las estrellas me envuelven,
pero nunca mis dedos hallarán tu perfume. (....)



AY, VOZ SECRETA

Ay voz secreta del amor oscuro¡a
y balido sin lanas! ¡ay herida!
¡ay aguja de hiel, camelia hundida!
¡ay corriente sin mar, ciudad sin muro!

¡Ay noche inmensa de perfil seguro,
montaña celestial de angustia erguida!
¡Ay silencio sin fin, lirio maduro!

Huye de mi, caliente voz de hielo,
no me quieras perder en la maleza
donde sin fruto gimen carne y cielo.

Deja el duro marfil de mi cabeza
apiádate de mi, ¡rompe mi duelo!
¡que soy amor, que soy naturaleza!



CADA CANCIÓN...

Cada canción
es un remanso
del amor.

Cada lucero,
un remanso
del tiempo.
Un nudo
del tiempo.

Y cada suspiro
un remanso
del grito.



CANCIÓN OTOÑAL

Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.

Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.

La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.
La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotroscomo
Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?

¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?

¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?

¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!

¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.



CORAZÓN NUEVO

Mi corazón, como una sierpe,
se ha desprendido de su piel,
y aquí la miro entre mis dedos
llena de heridas y de miel.

Los pensamiento que anidaron
en tus arrugas, ¿dónde están?
¿Dónde las rosas que aromaron
a Jesucristo y a Satán?

Pobre envoltura que ha oprimido
a mi fantástico lucero!
Gris pergamino dolorido
de lo que quise y ya no quiero.

Yo veo en ti fetos de ciencias,
momias de versos y esqueletos
de mis antiguas inocencias
y mis románticos secretos.

¿Te colgaré sobre los muros
de mi museo sentimental,
junto a los gélidos y oscuros
lirios durmientes de mi mal?

¿O te pondré sobre los pinos,
-libro doliente de mi amor-
para que sepas de los trinos
que da a la aurora el ruiseñor?




DESEO

Sólo tu corazón caliente,
y nada más.

Mi paraíso un campo
sin ruiseñorni liras,
con un río discreto
y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
sobre la fronda,
ni la estrella que quiere
ser hoja.

Una enorme luz
que fuera
luciérnaga
de otra,
en un campo
de miradas rotas.

Un reposo claro
y allí nuestros besos,
lunares sonoros
del eco,
se abrirían muy lejos.

Y tu corazón caliente,
nada más.


LAS SEIS CUERDAS

La guitarra
hace llorar a los sueños.
El sollozo de las almas
perdidas
se escapa por su boca
redonda.
Y como la tarántula,
teje una gran estrella
para cazar suspiros,
que flotan en su negro
aljibe de madera.



EL AMOR DUERME EN EL PECHO DEL POETA

Tú nunca entenderás lo que te quiero
porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando, perseguido
por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucero
traspasa ya mi pecho dolorido
y las turbias palabras han mordido
las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
esperando tu cuerpo y mi agonía
en caballos de luz y verdes crines.

Pero sigue durmiendo, vida mía.
¡Oye mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!



EL POETA HABLA POR TELÉFONO CON EL AMOR

Tu voz regó la duna de mi pecho
en la dulce cabina de madera.
Por el sur de mis pies fue primavera
y al norte de mi frente flor de helecho.

Pino de luz por el espacio estrecho
cantó sin alborada y sementera
y mi llanto prendió por vez primera
coronas de esperanza por el techo.

Dulce y lejana voz por mí vertida.
Dulce y lejana voz por mí gustada.
Lejana y dulce voz amortecida.

Lejana como oscura corza herida.
Dulce como un sollozo en la nevada.
¡Lejana y dulce en tuétano metida!


ES VERDAD

¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!

Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero.

¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo blanco,
para hacer pañuelos?

¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!


LLAGAS DE AMOR

Esta luz, este fuego que devora.
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora.

Este llanto de sangre que decora
lira sin pulso ya, lúbrica tea.
Este peso del mar que me golpea
.Este alacrán que por mi pecho mora.

Son guirnaldas de amor, cama de herido,
donde sin sueño, sueño tu presencia
entre las ruinas de mi pecho hundido.

Y aunque busco la cumbre de prudencia
me da tu corazón valle tendido
con cicuta y pasión de amarga ciencia.




QUIERO LLORAR MI PENA Y TE LO DIGO...

Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores,
con un puñal, con besos y contigo.

Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.

Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres, siempre ardida
con decrépito sol y luna vieja.

Que lo que no me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida.


SONETO DE LA DULCE QUEJA

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla

la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

No me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.



VENUS

Efectivamente
tienes dos grandes senos
y un collar
de perlas en el cuello.
Un infante de bruma
te sostiene el espejo.
Aunque estás muy lejana,
yo te ve
llevar la mano de iris
a tu sexo,
y arreglar indolente
el almohadón del cielo.
Te miramos con lupa
yo y el Renacimiento.